La carta magna de la ciudad adoptó en 1995 los principios de la Democracia Participativa y propuso una arquitectura institucional para su realización. Ese legado es aún un proyecto incompleto que es necesario recuperar y actualizar a la luz de los déficits y los desafíos de construir, también, una nueva normalidad política
La coyuntura histórica que nos toca vivir y la ocasión de este aniversario son una oportunidad para reflexionar sobre los temas institucionales que, aunque a veces entendidos como abstractos, son la condición básica para construir una Ciudad más Justa, Democrática y Sostenible.
Por eso decimos que la Ciudad de Córdoba necesita comprometerse en una reforma político-institucional que construya nuevas reglas y prácticas de gobernanza local, que reconozca el Derecho a la Ciudad y que se apropie de la noción que la democracia no sólo es un horizonte de principios normativos sino un medio para la transformación social.
Nota en La Voz: Carta Orgánica: a 25 años, cuáles son las cuentas pendientes
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