El proyecto, iniciado por el bloque de la UCR, tiene por objeto “reducir el consumo de bolsas de acarreo de un solo uso en forma progresiva y sistemática, hasta sustituir totalmente su uso; promover el uso de bolsas reutilizables; fijar criterios mínimos que propendan a su reutilización; complementar la recolección selectiva de residuos, las adecuadas prácticas ambientales y el consumo racional”.
La norma exige la incorporación de las bolsas de dos colores, y fija un plazo de hasta 90 días a partir de su sanción para que los comercios se adecuen. Si bien la disposición cuenta con un amplio apoyo de los diferentes bloques y de la Cámara de Supermercados, se generó cierta polémica entre los vecinos en diversos medios en relación a que los súper, híper y autoservicios trasladen el valor de la bolsa a sus clientes.